No hay votaciones, pero sí hay caza de ballenas

No hay votaciones, pero sí hay caza de ballenas

Santiago, Chile –Junio 25, 2008 – En la apertura del tercer día de la asamblea anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) las organizaciones conservacionistas, incluido el Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW), expresaron su preocupación porque esta sexagésima reunión está concentrada exclusivamente en procesos y procedimientos y ha fracasado en tratar la caza de ballenas que Japón, Noruega e Islandia continúan desarrollando. “Hasta ahora, nada de lo logrado tiene importancia fuera de la sala de reuniones” dijo Beatriz Bugeda, Directora de IFAW Latinoamérica. “Entretanto, ballenas alrededor del mundo, están siendo matadas por productos que nadie necesita, en el nombre de una ciencia que nadie respeta”. “Países miembros de la CBI están siendo presionados para no votar por medidas conservacionistas. Si Japón, Islandia y Noruega están genuinamente interesados en un compromiso, deberían detener inmediatamente su caza de ballenas como símbolo de sus buenas intenciones”, dijo Bugeda.

La Comisión Ballenera Internacional ha estado entrampada en años recientes por la actitud de los últimos tres países balleneros –Japón, Noruega e Islandia- que han peleados para bloquear cualquier medida conservacionista del foro. La estrategia de “No Votar” este año ha sido respaldada por el Presidente de la CBI y representante de Estados Unidos, el Dr. William Hogart.

El Dr. Hogart ha propuesto que para el presente y futuro del quehacer de la Comisión, las decisiones sean tomadas por consenso en vez de la tradicional votación. Suspender la votación para tratar temas no controversiales por consenso es parte del Plan de 8 Escalones que muchos sospechan puede llevar al retorno de la cacería comercial de ballenas. Desafortunadamente, la suspensión de las votaciones paraliza a la Comisión y obliga a los 81 países miembro a entrar en discusiones sobre como solucionar el impasse.

Japón ha abogado desde hace años por suspender la moratoria a la caza de ballenas impuesta en 1986 y ha utilizado un subterfugio legal que permite la caza con fines científicos aunque vende la carne producto de dicha cacería. La CBI ha criticado a Japón porque este país ha sido incapaz de producir información científica válida.

Observadores con amplia experiencia en la CBI temen que la estrategia de “no votar” y las negociaciones de pasillo lideradas por el Presidente de la Comisión resulten en el bloqueo de Japón y los que lo apoyan a la creación del Santuario del Atlántico Sur y otras medidas conservacionistas a cambio de la legitimización de la caza comercial de ballenas. Los países a favor de la caza no tienen los votos suficientes para levantar la moratoria pero tienen suficientes aliados para forzar a la CBI a negociar una salida a este impasse.
GIRANDO LA PIRINOLA
Asalto oficial a las radios comunitarias
Gerardo Mora Camacho

Redacción
Cambio de Michoacán



¿Cómo podemos interpretar el hecho de que más de 100 elementos de la Policía Federal Preventiva, armados con armas de alto poder hayan prácticamente asaltado
violentamente las instalaciones de una radio comunitaria de la ciudad de Monterrey? El grupo policiaco acudió el pasado 6 de junio a cerrar la radio comunitaria Tierra y Libertad y a incautar el equipo de transmisión, la razón: ilegalidad, la radio no cuenta con la autorización oficial.
El Ministerio Público que atestiguó los hechos se negó a dejarles copia de la orden de cateo, así como del acta administrativa que están obligadas las autoridades a realizar. Unas 200 personas defendieron la radio y lograron que no se llevaran a Héctor Camero, responsable de la estación, sin embargo, el Ministerio Público le advirtió que tendría que ir a declarar este viernes 13 de junio, sin mediar ningún citatorio por escrito, tal como lo marca la ley (Asociación Mundial de Radios Comunitarias, AMARC).
La emisora Tierra y Libertad, de un vatio de potencia con alcance de unos cuatro kilómetros entre asentamientos de clases populares al poniente de la ciudad de Monterrey, ha sido hasta hoy, y desde hace siete años, una radio comunitaria en la que se trataban temas de educación, de salud, culturales, de derechos humanos y laborales, así como de análisis político. Mucho se ha mencionado la «ilegalidad» de esta emisora, sin embargo, la radio Tierra y Libertad solicitó el permiso para operar desde noviembre de 2002, en oficio recibido y sellado con fecha de 11 de noviembre de ese año por la oficina en Nuevo León, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, sin que haya tenido respuesta alguna por parte de las autoridades (AMARC).
Imagínese usted el poder de comunicación de este medio, apenas cuatro kilómetros. ¿Qué amenaza podría representar para el Estado, para las autoridades o para los grandes monopolios de la comunicación? Ninguna, sin duda. ¿Por qué entonces el encono y la represión en contra de estas formas comunitarias de comunicación social desde abajo, desde el pueblo?
Estas acciones no son aisladas ni nuevas, hay un ataque sistemático que va desde el hostigamiento hasta el asesinato en contra de las radios comunitarias. Veamos algunos hechos que así lo demuestran:
Hacia principios de la década de 1980 nace una radio entre la comunidad estudiantil de Guerrero, en una de las regiones con mayores problemas de desarrollo social, se le llamó Radio Universidad Pueblo e inicia transmisiones en el año de 1982, igual que Teocelo solicitó el permiso y cuando le fue negado se amparó legalmente para realizar por algún tiempo sus transmisiones hasta que fueron reprimidos violentamente por el aparato estatal del gobierno federal.
Radio Huayacocotla, en Veracruz, incluyó en su programación la participación de organizaciones indígenas, campesinas y sociales que promueven el respeto a los derechos humanos y el desarrollo de los pueblos indios en la región. Ese fue el pretexto para que la SCT suspendiera sus transmisiones en abril de 1995, con el argumento de que no cumplía los requisitos técnicos establecidos por la ley. Previamente, funcionarios del gobierno federal y estatal habían insinuado que la estación transmitía «mensajes cifrados» y «promovía la violencia». Los mensajes cifrados no eran otra cosa que transmisiones en lengua nahua, otomí y tepehua. Tres meses después y luego de una serie de protestas que incluyó un desplegado con la firma de tres mil indígenas de la región, Radio Huaya fue reabierta.
Radio Bemba opera desde las instalaciones de la Universidad de Sonora, sin la aprobación de las autoridades universitarias; pretende crear un espacio para la sociedad civil y fortalecer la defensa de los derechos humanos, la información de salud, el rescate del medio ambiente, la equidad de género y la identidad. La estación es operada por los propios estudiantes, quienes reciben amenazas constantes de cierre por parte de la SCT y presiones de los concesionarios locales.
El 7 de abril fueron asesinadas en Oaxaca Felícitas Martínez y Teresa Bautista, jóvenes triques, reporteras y locutoras de la radio La Voz que Rompe el Silencio. De acuerdo con familiares y miembros de la radio, Juan de Dios Castro, subprocurador de Derechos Humanos y Atención a Víctimas de la PGR, y la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra Periodistas, dirigida por Octavio Orellana, fueron hostiles con ellos: «Nos dicen que Felícitas y Teresa ni siquiera eran periodistas, y que por eso la Fiscalía no puede supervisar la investigación del crimen, que es lo que pedimos, porque no queremos que nuestros hijos tengan este mismo problema».
El propio Juan de Dios Castro acusó de enemiga del Estado a Aleida Calleja, vicepresidenta de AMARC, cuando ella encabezando a un grupo internacional de radialistas lo visitó para tratar el caso del asesinato de las dos periodistas de la radio comunitaria en Oaxaca, La Voz que Rompe el Silencio. Esto a pesar de que la misión en reiteradas ocasiones manifestó su disposición de colaboración y diálogo.
La comunicadora y líder de radios comunitarias comenta: Independientemente del maltrato de ese funcionario, lo más preocupante es lo que significa el hecho en sí mismo, pues de él (Juan de Dios Castro) depende el área del gobierno mexicano que debiera investigar y sancionar a los agresores de periodistas. Si la actitud es tal, resulta comprensible por qué la mayoría de los casos se encuentran en la impunidad.
Y así, la lista de hechos es interminable.
Las radios comunitarias representan una de las formas de comunicación social que desde la perspectiva del Estado y las clases dominantes, desafían la situación imperante. Y no tanto porque hagan uso del medio para «hacer la revolución», sino simplemente porque escapan al control absoluto, omnímodo, omnipresente de las formas convenientes al y del Estado para operar desde abajo la comunicación social horizontal.
Los ataques a las radios comunitarias hacen ver las profundamente antidemocráticas prácticas de un Es4tado que se presume y asume como democrático.
"FELIPE CADERON NOS QUITÓ NUESTRA RADIO COMUNITARIA, QUE ES SOLO MIA, SI NO DEL PUEBLO" CLAMA NIÑO DE TIERRA Y LIBERTAD.

www.elregio.com Por Raul Rubio
Monterrey, N.L. 14 de junio de 2008.

ANTE SCT LICENCIA PARA RADIO TIERRE Y LIBERTAD
Ayer un contingente de 300 integrantes de la Asociación Civil Tierra y Libertad (ACTyL), demandaron ante la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), se les otorgue el permiso que tramitaron ante esa dependencia, desde el año 2002, para las operaciones de una radio comunitaria, misma que el pasado viernes 6 de junio del presente, fue violentamente clausurada e incautado su equipo por más de un centenera de elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP).

La delegación de la SCT, ubicada en el Palacio Federal, fue sacudido con las consignas de "qué feo, que gacho se vio Calderón, al quitar al pueblo la libre expresión", "los puños arriba, esta radio sigue viva", que, entonaban los manifestantes, destacándose la presencia del niño Jason Nieto Ríos, de diez años de edad, quien indicó que momentos antes de la llegada de la PFP, hasta con armas largas, acababa de concluir su participación como conductor del programa "Pequeños locutores", que se transmitía todos los viernes de 18:30 a 19:30 horas.

Aseguró el niño Nieto Ríos que "Cuando ví a los federales yo no sabía nada (a qué habían ido) pero estaba muy asustado, pensé que había pasado una balacera; después me dijeron que nos iban a quitar nuestra radio, ¿por qué nos quitan nuestra voz y nuestra libertad,?", cuestionó el pequeño quien no pudo soportar la situación y lloró ante los manifestantes.

Sin embargo, animado por la consigna de "todos somos Jason", continúo su intervención e indicó: "pero yo soy fuerte y hoy he venido a manifestar porque los niños tenemos derechos, y tenemos derecho a la expresión de libertad". Agregando, "Felipe Calderón nos quitó nuestra radio comunitaria, que no es sólo mía sino del pueblo, de todo Tierra y Libertad, y ahora falté a la escuela para venir a apoyar a mis compañeros".

Posteriormente, a nombre de la ACTyLA, el niño Jason, que es estudiante de cuarto año de primaria, entregó a Raúl Cadena Cepeda, delegado de la SCT, un escrito donde la asociación civil, expuso que "la violenta acción realizada" el seis de junio pasado, con la intervención de la PFP, en un operativo ordenado e instigado por la Secretaría de Gobernación, lo cual constituyó "una gravísima violación del derecho de libre expresión repudiada por la gran mayoría de la opinión pública de esta ciudad".

Asimismo en el texto se indica que esta criminalización de la libertad de expresión para por alto los principios consagrados en las leyes superiores del país, como son el artículo sexto constitucional, así como los compromisos internacionales contraídos por el gobierno mexicano al firmar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y la Convención Americana de los Derechos Humanos, entre otros acuerdos de corte internacional.

Además se indica que el equipo con que operaba la radio comunitaria, y que fue decomisado durante el operativo, les fue robado "disimuladamente" un teléfono celular con precio aproximado de dos mil 500 pesos, propiedad de una maestra que colaboraba en esa la estación de radio, una grabadora de aproximadamente 80 dólares y una memoria USB de dos gigas.